Parece que a nivel económico los gloriosos días de los ERPs (Enterprise Resource Planning) van quedando atrás: en Wall Street las cotizaciones de empresas como PeopleSoft, SAP, o Baan (auténticos gigantes en software ERP) han iniciado una caída de la que no se libra ni la propia J.D. Edwards, una compañía relativamente estable en este sentido. Sin duda, el nerviosismo originado entre los inversores por los problemas económicos globales sea el máximo responsable de esta situación.

Según AMR Research "el mercado ERP cuenta con gran cantidad de inversionistas que antes nunca habían oído hablar de esos productos y que sólo fueron atraídos a este sector por su espectacular crecimiento. Ahora que el mercado está cayendo, están comenzando a reaccionar." Se acabaron aquellos desmesurados crecimientos de más del 100 por cien anual. Hoy, en este mercado, hasta pueden influir factores tan dispares como los resultados de las elecciones alemanas (por ejemplo, puede que para los inversionistas Gerhard Schroeder no represente la estabilidad de Helmut Kohl) o una mala referencia de tal o cual producto. No obstante, los mismos analistas aceptan que el sector ERP sigue siendo un mercado con buenas perspectivas de crecimiento, del orden de un 30 por ciento durante los próximos cinco años.

Claro que si a esos inversores, o a vosotros mismos, como responsables de los Sistemas de Información de vuestras empresas, se os ocurriera la idea de dar una vuelta por las páginas Web de la prestigiosa revista Forves, y leyerais el articulito "Killer Technologies", de James Champy, (ánimo... está en la dirección http://www.forbes.com/global/1998/0907/0111037a.html ) os quedaríais sorprendidos de los riesgos que se pueden correr al adoptar según qué tecnologías.

De los casos allí descritos, citar uno que ha sido "noticia" en los medios españoles especializados: El de la distribuidora farmaceutica FoxMeyer Health Corp. (EE.UU.) que ha demandado a SAP por "ser un factor determinante en la ruina financiera de la empresa". Bueno... el caso es que, tras más de un año de arduo trabajo en su implantación, el paquete R/3 (software ERP de SAP) no era capaz de procesar los cerca de 420.000 pedidos diarios de la empresa farmaceutica; el nuevo sistema sólo podía gestionar unos 10.000 pedidos por día.

¡Buuuff... ! ese sí que es un error de "bulto"